No es país para viejos (II)

El sheriff Bell reflexiona sobre el mal:

Creía que nunca conocería a una persona así y eso me hizo pensar si el chico no sería una nueva clase de ser humano

Yo siempre supe que para hacer este trabajo había que estar dispuesto a morir. Si no, ellos lo saben. Lo notan enseguida.

Gobernar a los buenos cuesta muy poco. Poquísimo. Y a los malos no hay modo de gobernarlos. Al menos que yo sepa.

No se puede ir a la guerra sin Dios.

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