
Hace poco choqué la pala con la del compañero ese día. El golpe, que en principio parecía sin importancia, se ha ido extendiendo hasta provocar una grieta un poco preocupante. Lo conté sin exigir nada -fue culpa mía- a la casa Varlion y me enviaron un mensajero, revisaron la pala y me la han devuelto en unos días. A portes pagados. Parece que el asunto tiene poco arreglo, pero eso no afecta a que me he sentido exquisitamente tratado, agradecimiento que les he hecho llegar naturalmente y del que saben todos mis amigos padelistas. Y ahora ustedes.
Aquí pueden descargar el catálogo de Varlion por si les interesa.
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