Muy desilusionado con todo el embrollo del dopaje. Contador ganará su primer Tour y nos ha hecho vivir dos o tres etapas vibrantes, cómo hace mucho -mucho- que no teníamos, y que nos quiten lo bailao, pero mal sabor de boca, malo. Algunos mienten, ¿todos mienten?, ¿quien no miente?
Este año he dejado la bici y he seguido la carrera con menos intensidad que otros: ni especial del Marca con recorrido previo, ni revista "Ciclismo a fondo" con las altimetrías puerto a puerto, ni barrido de crónicas en internet (salvo, naturalmente, la de Carlos Arribas en el País); pero, al ver tanta igualdad inicial, me emocioné; al ver a Contador demarrar tras pinchar en Tignes reviví un ciclismo de ambición que pensé perdido para siempre; sudé en el Peyresourde con ese chaval en cada dentellada al danés mentiroso y desfallecí con él en el último kilómetro del Aubisque ("obiski", le llama Perico). Pero, ahora, desilusión.
2 comentarios:
No dejes la bici: luego cuesta mucho volver a ella. Yo estoy haciendo mis pequeñas salidas en bike por las montañas de Japón con Kyoko. Un abrazo desde aquí y muy bonito y completo el blog.
¡Qué alegría saludarte Jero-san? ¿cómo nos las arreglamos para no vernos nunca? Lo de la bici es cosa hecha, no pienso sufrir más. Saludos a Kyoko.
Un abrazo
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